El JUEGO RESPONSABLE es un conjunto de medidas destinadas a reducir el desarrollo se hábitos de juego compulsivos. En efecto, si para muchas personas el juego es una actividad lúdica y de distensión, para algunas puede convertirse en un vicio. Hablamos, entonces de juego compulsivo.
El juego compulsivo puede manifestarse por ciertos de los hábitos siguientes. Jugar más de lo que usted puede permitirse perder, incluido el dinero para sus gastos cotidianos, es una de las primeras pistas que permiten detectar hábitos de juego compulsivos. Además, si jugar lo deja en un estado depresivo, juega demasiado seguido y está obsesionado con la idea de recuperar lo que ha perdido, entonces usted juega de manera compulsiva.
Hay que evitar volcarse hacia el lado escuro del juego y volverse dependiente. Usted debe guardar cierta compostura con respecto a las apuestas deportivas. Si representan una inversión, no deben volverse en ningún caso su principal actividad generadora de ingresos.
Usted debe prestar atención a jugar sumas razonables según su presupuesto. Apostar su vivienda es un acto idiota y de ninguna manera temerario. Los sitios de apuestas disponen de opciones para limitar los depósitos, sírvase de éstas. Defina las sesiones de juego teniendo una duración limitada. Tome pausas regulares.
Desde el momento en que usted apueste demasiado, juegue largos períodos de tiempo, y esto le impida estudiar, trabajar o que las ganas de jugar sean literalmente desgarradoras, usted corre el riesgo de volverse un jugador compulsivo. ¿Apostar le impide dormir o se refugia sistemáticamente en las apuestas deportivas a cada problema que surge en su vida? Puede ser que usted pueda necesitar ayuda para luchar contra los hábitos de juego compulsivo y volver a ser un jugador responsable.
